La entrada de compañías de base tecnológica supuso hace unos años una serie de temores para la banca tradicional, sin embargo, hoy en día articulan esfuerzos para mejorar el sistema financiero nacional.
Colombia ha sido un país con una fuerte presencia bancaria durante casi toda su historia moderna. Los grandes conglomerados económicos del país, como el Grupo Empresarial Antioqueño, el Grupo Ardila Lulle o el Grupo Sarmiento Angulo, han tenido entre su portafolio una entidad bancaria.
Esta preponderancia del sistema financiero liderado por los bancos se ve claramente en las cifras de la economía nacional respecto a sus pares en la región. Según datos de Asobancaria, Colombia es el tercer país con más establecimientos bancarios de América Latina, solo superada por México y Panamá, respectivamente.
La fuerte presencia bancaria, en el caso de México, se sintió amenazada cuando en la segunda década del siglo empezaron a operar las primeras fintech en el país azteca. Por la similitud de la economía, se pensó que en Colombia el escenario podría ser similar, sin embargo, tanto la banca tradicional como las fintech han aunado esfuerzos para innovar y mejorar el sistema financiero en óptimas condiciones de competencia.
Uno de los proyectos centrales para el sector y el país, en el que han convergido fintech y banca tradicional es el de la necesidad de la implementación del Open Finance. La necesidad de una reglamentación clara para este nuevo modelo de negocio basado en datos abiertos y agregación bancaria ha sido uno de los puntos clave de la simbiosis entre bancos y fintech.
“Colombia se perfila como un caso ejemplar de cómo deben operar competidores dentro de un mismo sector. El Estado, los bancos tradicionales, las fintech y en general todo el sistema financiero han apoyado la regulación del Open Finance, a diferencia de lo que pasó en otros países de la región donde las compañías más poderosas se opusieron al nuevo modelo”, comentó José Luis López, CEO de Finerio Connect, fintech experta en Finanzas Integradas que llegó a Colombia a inicios de 2022.
Según el último informe sobre el Estado de la competencia en el sistema bancario colombiano, publicado por Asobancaria, la competencia del sector es óptima pero puede mejorarse. Entre las recomendaciones que da la entidad se encuentra la implementación del Open Finance.
Esto debido a que contar con más información permitirá aumentar la oferta de productos y servicios de calidad, mientras aumenta la inclusión financiera. Además, elimina ventajas competitivas de las entidades, pues elimina la información asimétrica, lo cual incrementa la competencia y termina beneficiando al consumidor final.
El trabajo conjunto de fintech y bancos será clave para llenar los vacíos que las nuevas tecnologías necesitan. Esto no solo se refiere al campo de la analítica de datos, donde la posesión de la información es asimétrica en este momento, sino también en temas de infraestructura digital como creación de API’s, casos de uso y modelos de clasificación.
“En las mesas de trabajo de la Superintendencia Financiera hemos estado todo: bancos y fintech, con la mejor disposición. En el caso de Finerio Connect, tenemos la tecnología, que hemos desarrollado con Ozone, y la experiencia del uso de esa tecnología en varios países de la región; en el caso de los bancos, tienen la información, la tradición y la experiencia financiera en Colombia. Lo mejor que podemos hacer es trabajar juntos”, sentenció López.
Además del artículo presentado en el Plan Nacional de Desarrollo, la Superfinanciera trabaja en la recta final de las disposiciones regulatorias que le demandó el Ministerio de Hacienda el año pasado y que deberán ser publicadas en julio de este año. Con esta reglamentación, el Open Finance será una realidad en Colombia.
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